Las personas mayores, por regla general, pasan mucho tiempo en casa  realizando actividades del día a día como dormir, comer, asearse, ir al baño, ver la tele, salir, entrar, etc.

Los sistemas de monitorización remota basados en sensores, realizan el seguimiento de estas rutinas y son capaces de detectar situaciones “anormales”  que indiquen un potencial riesgo para la salud de caracter inminente -una caida, un desmayo- o a medio plazo -saltarse una o varias comidas o toma de medicaciones, o ir al baño por la noche más de la cuenta-.

Privacidad

Estos sistemas pueden generar ciertas dudas en cuanto a la privacidad de la persona que está siendo monitorizada; ¿Es lícito -ética y legalmente- registrar y analizar todos los movimientos que realiza una persona en su casa?

El propósito es proveer la supervisión suficiente para garantizar la vida independiente de las personas mayores sin tener que recurrir a una residencia o a un cuidador 24 horas, un objetivo alineado con los deseos del 87% de nuestros mayores que viven solos, y con sus bolsillos.

Dicho esto, y como coinciden varios estudios al respecto, las personas mayores están dispuestas a ceder parte de su privacidad (Recordemos que se trata de sistema de sensores de movimiento que detectan únicamente presencia, y no hay cámaras ni micrófonos)  a cambio de poder permanecer en su casa de forma independiente por más tiempo.

'Las personas mayores están dispuestas a ceder parte de su privacidad a cambio de poder permanecer en su casa de forma independiente por más tiempo.'

Uno de estos estudios se realizó en una casa específicamente diseñada para albergar un sistema de monitorización completo, la idea era entender dónde está la linea entre la supervisión de los familiares y la sobreintrusión. En la casa, equipada con sensores, detectores de movimiento y elementos de aviso ante emergencias, entraron varias personas mayores con el objetivo de estudiar sus reacciones ante los distintos dispositivos.

“Se mostraron bastante positivos sobre la idea en conjunto”, dice un resposable del experimento, director de la universidad El laboratorio de los factores humanos y el envejecimiento. Según este investigador, la clave está en la capacidad de control, por parte de la persona mayor, de quién tiene acceso a los datos, y qué información exactamente es la que pueden consultar.

Así pues, la transparencia durante todo el proceso para con el usuario final, es fundamental para el éxito del programa, y la aceptación por su parte.


¿Tienes alguna duda sobre los sitemas de monitorización? Contáctame a [email protected] y estaré encantado de ayudarte!

 

Referencias:

  • Spiekermann, S.: User control in Obiquitous Computing: Design Alternatives and user Aceptance (2007). Enlace.
  • The New York Times: Technologies Help Adult Children Monitor Aging Parents. Enlace.